"Empeñados en buscar tronos de hierro.
Pero no existe uno para ti ni para mi.
Nos comportamos como mortales,
aunque nos coronamos con falsas promesas
y llenamos el suelo de cristales.
Con sangre en los dedos y lágrimas en los pies,
que vamos arrastrando una y otra vez,
por arenas movedizas que te atrapan si te mueves,
intentando aferrarse a algo, tal vez la realidad que nos envuelve.
Llenando la cabeza de perversiones y falsos deseos,
ideas que acaban siendo cuentos de hadas
donde grandes arañas tejen trampas con ilusiones perdidas,
en cohetes que no alcanzaron la luna.
Realidad escondida en ojos azules,
miradas perdidas, en atardeceres monótonos y confusas despedidas.
Porque todo acaba siendo una rueda que no para,
que no nos deja saber qué fue ayer y qué será lo que el mañana nos depara.
Aporreando las teclas de un piano de madera,
chirrían los espejos, pinceladas de celos, llantos y disputas.
Con esa mirada preocupada, ahogada y extrañada.
Solo somos capaces de ver un único reflejo.
¿Qué narices hago aquí?
Gritamos todos, como grita desesperada la princesa
desde la torre más alejada.
De mares, montañas y parajes, que busca saber qué es enamorarse,
Y caer y derrumbarse, saber qué es no sentir nada"
- Guardiana de libros (Sara) -
- Guardiana de libros (Sara) -
Me ha gustado... aunque no lo he comprendido del todo.
ResponderEliminarSaludos.
Precioso. Te he nominado a los premios Dardos. ¡Un saludo y sigue escribiendo así!
ResponderEliminarhttp://losotroscuentos1000y1.blogspot.com.es/2014/08/premios-dardos.html